En la madrugada del 1° de Enero de 1994 el EZLN ocupa militarmente algunas ciudades de Chiapas, al tiempo que anuncia la Declaración de la Selva Lacandona, en la que proclama demandas nacionalistas, cívicas y democráticas. Durante doce días de combate; ataca cuarteles del ejército, asalta cárceles para liberar prisioneros, destruye vehículos y aeronaves militares, incendia edificios gubernamentales, captura prisioneros de guerra, además le ocasiona 27 bajas al ejército mexicano. Por su parte, el EZLN reconoce la muerte en combate de 46 de sus militantes7.

Los enfrentamientos más cruentos sucedieron en la base militar de “Rancho Nuevo”, donde los zapatistas lanzaron ofensivas para apoderarse de equipo bélico, quedando decenas de guerrilleros abatidos en plena carretera. En la ciudad de Ocosingo las tropas guerrilleras fueron masacradas, decenas de zapatistas terminaron asesinados, principalmente personas desarmadas.

Un hecho notorio fue que en los frentes de combate participaron milicianos portando armas de madera. Literalmente, los campesinos eran enviados a la guerra sin fusil, mientras los guerrilleros profesionales estaban equipados con lo mejor en armamento de combate.

La insurrección generó grandes simpatías en la región mexicana y más allá. Comenzaron a acudir a la selva entusiastas dispuestos a solidarizarse con la sublevación o para integrarse a ella. Sin embargo, pronto el EZLN abandona su estrategia beligerante y la remplaza por la negociación con el Estado.

Decretado el cese al fuego, el EZLN adopta un discurso ciudadanista y pacifista, que contrasta con la vehemencia usada para imponer la guerra popular prolongada dentro de su organización.

Después de efectuados los “diálogos de paz” con el gobierno, el zapatismo emprende diversos proyectos políticos, todos encaminados a unir a la izquierda mexicana alrededor de un gobierno legítimo y una nueva constitución.


Notas:

7. Luego de diez años, la guerrilla da cifras de sus bajas en combate. Identifica el EZLN a militares que asesinaron a zapatistas en el 94. Revista Proceso Número 1423. 14 de Febrero 2004.