Nos sumamos a las acciones dirigidas a parar el genocidio del pueblo palestino convocando un boicot académico y científico al estado de Israel. No en nuestro nombre. Internacionalismo y solidaridad desde el sector científico.
Nos sumamos a las acciones dirigidas a parar el genocidio del pueblo palestino convocando un boicot académico y científico al estado de Israel. No en nuestro nombre. Internacionalismo y solidaridad desde el sector científico.
Parar la maquinaria de guerra del estado de Israel es prioridad, en un escenario en el que cada día la cifra de palestinos asesinados aumenta. Bombardeos indiscriminados sobre Gaza tienen como objetivo destruir toda infraestructura, desde escuelas a hospitales, masacrando a la población y obligando a los supervivientes a desplazarse. Genocidio, limpieza étnica, crímenes de lesa humanidad… una situación insoportable e intolerable.
La llamada “comunidad internacional” no está actuando frente al genocidio. Y, si lo hace, es para apoyarlo con el envío de armas a Israel y evitando cualquier acción de condena a este estado genocida. Es imprescindible que la población civil demos respuesta.
Se suceden las llamadas al boicot a distintos niveles. Desde boicots de consumidores a boicots de trabajadores. Desde nuestra posición como trabajadores del sector científico queremos hacer un llamamiento al boicot académico. Cualquier tipo de colaboración científica con el estado de Israel contribuye al desarrollo económico del estado genocida y, por tanto, de sostener su maquinaria de guerra.
Llamamos a cancelar cualquier acuerdo de colaboración entre universidades e instituciones de Israel. Ni convenios de estudios, ni programas de intercambio. Llamamos a cancelar la colaboración científica. Cualquier proyecto financiado con fondos internacionales puede, y debe, rechazar socios de instituciones de Israel. Llamamos a no revisar publicaciones científicas generadas en instituciones de Israel. Llamamos a no colaborar en conferencias con instituciones de Israel. A cancelar seminarios. En definitiva, a cortar todos los lazos que sostienen de forma muy directa la economía del estado de Israel y, con ella, el genocidio del pueblo palestino.
Por último, llamamos a secundar la campaña de boicot académico promovida por la sociedad civil palestina a través del movimiento BDS. Llamamos a ofrecer apoyo a la comunidad académica palestina. Las universidades de Gaza han sido eliminadas por los bombardeos israelíes, y las pocas instituciones académicas que luchan por sobrevivir en los territorios ocupados necesitan ayuda. Llamamos a acoger a científicos palestinos, a estudiantes palestinos, a convocar conferencias y seminarios en estos territorios. A dar visibilidad a nuestros compañeros de profesión, que realizan su actividad en un escenario de pesadilla constante, donde la opresión es máxima.
Paremos el genocidio.