El fácil acceso a los materiales pornográficos es una de las razones para que las personas se vuelvan adictas, detalló el sexólogo Luis Nardín al portal de noticias El día.
Por su parte, el psicólogo Johnny Ledezma también comentó que hay algunos efectos negativos al respecto que suelen presentarse en adolescentes principalmente.
1. Distorsión de la realidad. Si los adolescentes no han tenido relaciones sexuales, buscarán que su encuentro sexual sea similar y que su primera pareja tenga las mismas características que alguna actriz del mundo de la https://videos-porno.xxx.
2. Aislamiento. “Más que conocer a otras personas de su edad el adolescente puede preferir permanecer en su habitación para poder ver estas imágenes”, informó el psicólogo.
4. Su conducta. La master en sexualidad, Marion Schulmeyer, master en sexualidad humana y directora de carrera de Psicología de la Universidad Privada de Santa Cruz, Bolivia mencionó que las imágenes podrían influenciar su actividad sexual, haciéndolos pensar que las mujeres deben ser violentadas, menospreciadas y mal tratadas.
5. Puede disminuir la felicidad. La psicóloga Clínica Educacional, mencionó en su página: “La porno a la larga puede disminuir la felicidad sexual de una persona”, pues tanto chicas como chicos verán a sus parejas como personas que no cumplen con las características de los actores porno.
6. Violencia. El psicólogo Edward Donnerstein de la Universidad de Wisconsin encontró que la exposición a formas violentas de pornografía, pueden llevar a actitudes y comportamientos antisociales. Los espectadores varones tienden a ser más agresivos hacia las mujeres, menos sensibles al dolor y al sufrimiento de las víctimas de violaciones, y mucho más dispuestos a aceptar varios mitos acerca de la violación, se informó en Esthermorales.cl.
7. Privacidad. Los jóvenes no están conscientes del peligro que implica mostrarse en internet desnudos, y la pornografía podría provocar tales actitudes para satisfacer esos deseos momentáneos.
Como parte de esta investigación, los autores revisaron los 50 videos más vistos del portal Pornhub para determinar cuántos orgasmos tuvieron los hombres y cuántos las mujeres.
El resultado fue que solo un 18,3% de las mujeres apareció teniendo un orgasmo frente a un 78% de los hombres.
La mayoría de mujeres alcanzó el orgasmo a través del coito vaginal, pese a que los estudios científicos han demostrado que sólo una cuarta parte de las mujeres lo logra de esa manera.
Léa J. Séguin, una de las responsables del estudio, comentó que “los orgasmos de las mujeres se producían por coito vaginal o estimulación anal, sin ningún tipo de estimulación del clítoris, cuando en el mundo real es exactamente al revés”.
“Por un lado, el porno espanol suele reflejar y perpetuar expectativas irreales sobre las relaciones sexuales entre mujeres y hombres. Por otro, es un mito que en el porno las mujeres siempre aparezcan teniendo un orgasmo”, agrega la especialista en declaraciones a PsyPost.
La pornografía y el erotismo
En última instancia, la pornografía está ahí fuera, y es fácilmente accesible, ¡solo mira todos esos anuncios de spam en tus navegadores de Internet! Sin embargo, eso no significa que ver materiales pornográficos sea innatamente perjudicial.
“La mayoría de las parejas tratan de equilibrar la necesidad de estricta monogamia sexual con el deseo de no cerrarse a las energías eróticas del universo”, explica Snyder. “El erotismo está en todas partes alrededor de nosotros, algo que la mayoría de las parejas disfrutan, coquetean en el trabajo, por ejemplo, y disfrutan de ‘enamorarse de las celebridades’. Luego traen esta energía erótica a casa de sus esposos. Como dice el refrán, ‘no importa de dónde viene tu apetito, siempre y cuando llegues a comer a la casa’”.
Para algunas personas, concluye, ver pornografía con moderación es sólo una manera más de involucrar las energías eróticas del universo mientras se mantienen monógamos.
¿Por qué tanta gente cree que ver pornografía es malo?
“Nuestra cultura le atribuye mucha verguenza a la sexualidad en general y a la pornografía en particular”, señala Bagshaw. “La mayor parte de lo que se escribe sobre la pornografía está diseñado para asustarnos usando términos no científicos como ‘adicción a la pornografía’, lo que lleva al público en general a pensar que toda la pornografía es mala y perjudicial”.