prólogo oraciones subversivas folleto 0

prólogo de la publicación oraciones subversivas en su folleto #0

Introducción oraciones subversivas

Nuestra afinidad por la poesía logró juntarnos desde hace tres años en un espacio casi siempre con periodicidad de ocho días entre encuentros, para, en principio, aprender a leer poesía que, según luza, es algo primordial para quien quiere también escribirla o comunicarse a través suyo1. El ofrecimiento de luza tras este aprendizaje de leer la poesía como experiencia, “como la experiencia de estar en un lugar extraordinario, que te conmueve, que ves más, que te golpea la piel, como la experiencia amorosa”2, y adquirir “conciencia de su misterio”3 nos ha mantenido leyendo juntas, resolviendo las claves del registro del misterio en ella y experimentandola.

En las exposiciones iniciales y el desarrollo de sus preparaciones quedaban claras las características notables en la poesía que nos introdujo desde el primer encuentro, las cuales son descritas y nombradas por varias autoras de la filosofía y de la poesía misma, sin embargo, particularmente algo que consideramos las tres una importante característica de la poesía es que como lo describe mónica cavallé “-la poesía- comienza lo únicamente serio, lo único que es en sí y para sí: el juego, la celebración.”4. En esta selección de oraciones subversivas tenemos mucho que ver con esta experiencia que nos ha permitido a nivel personal e íntimo, subversiones en medio de la furia por la desgarradura del hambre y el dolor en el mundo, por la conciencia misma de finitud; hemos gozado la experiencia como mejor hemos podido para honrarla y nos hemos colmado de esa celebración que la poesía es.

En los audios, se registra una reunión nuestra de aproximadamente dos años después de estarnos aliando en este aprendizaje, que sigue siendo cada vez que volvemos a abrir las puertas de las voces en los poemas y las autoras. Luza vuelve a insistir sobre dichas características: “la poesía como experiencia, … la poesía es para quien la necesita,… altera los sentidos, … permite ver más, sentir más, escuchar mejor… es un asunto de detalle… de sorpresa ante la vida… para la celebración, el poeta es el que canta, el que celebra.” Afirmaciones que pueden ser abstractas al recién acercarse a la lectura de la poesía “como experiencia” pero que la experiencia interpretativa en el grupo, nos permite, después de varias relecturas a las obras de las poetas, romper la inercia del pensamiento antiguo hasta experimentar la visión de la imagen que logran representar a lo largo de una poesía, pero también a lo largo de una obra completa, imagen que está a la vista de todas, pero que sólo la autora con sus palabras logra representar al punto de conmovernos.

Hay algo más en el aprendizaje-experiencia. Es posible, lo ha sido para nosotras también, ver como hay esa forma de ver el mundo, particular de cada ser humano y que puede ser expresada bellamente, dibujada para que cualquier otro ser humano sobre el planeta pueda acceder a esa visión, lo digo en el audio: “la forma particular que todas las personas tenemos de ver el mundo que algunas son capaces de ponerla en palabras y de darnos las imágenes adecuadas de lo que están viendo, tan adecuadas que nosotras podemos ver como si tuviéramos los ojos…”5 de esa poeta que escribe, esa es la magia de la poesía y es una magia que puede lograrse cuando como dice maria zambrano “en vez de tropezarnos con el autor entramos en su mundo como una realidad viviente más clara que la que nos rodea.”6
A nivel personal, leer poesía como experiencia resultó permitirme sentir el alivio con el resto de la humanidad en un momento de tanta furia por tanto daño. A nivel público, estas oraciones subversivas interrogan la falta de difusión de las poetas frente a ellos, dando una grata respuesta con esta publicación. Las hemos discutido y disfrutado y nos hemos saciado y continuamos haciéndolo al beber de estas fuentes de mundos abiertos7, oramos para que las subviertan también a ustedes, registramos nuestra aventura8 para existir también en la historia como posibilidad de alivio humano.

 

pegué los archivos: notas de mónica cavallé y maría zambrano sobre la poesía, lo q llevamos de poemas transcritos y la transcripción del audio.

 
   

la poesía es un asunto de experiencia, no es un asunto de saber, de erudición, enciclopédico. pueden haber profesores de poesía, hay gente que puede enseñar poesía, pero otra cosa es la poesía como experiencia, es esencialmente eso. y según la experiencia de lectura de poesía de luza (pienso yo que deberíamos describir aquí la trayectoria de luza con la poesía y porqué hablamos desde ésta experiencia y la autorizamos), la poesía es un efecto de salvación (en el audio luza dice que lo intentará desarrollar después, creo yo q es el espacio para desarrollarlo); además la poesía es para quien la necesita, la poesía no es de quien la escribe solamente sino de quien la necesita. la palabra de la poesía expresa un pensamiento muy abstracto y que busca la forma bella o que busca la belleza.

la poesía es un evento que tiene otra consecuencia y es que altera la conciencia, es decir, altera los sentidos, permite ver más, sentir más, escuchar mejor; esto lo ha podido entender la cuerpa ahora, cuando luza lo dijo no lo entendió, lo entiende ahora después de haber pasado por este proceso de acercamiento a la poesía y luza explica que ésto sucede porque al leer a emily dickinson por ejemplo, una experimenta eso, o sea, que ella ve el fuego de los insectos que hay en su jardín; también en ese ver más es importante recordar a aurelio arturo, un naturalista que vimos al leer como nos resaltaba el mundo. Puede compararse también con una perturbación o con la música.

el otro punto es que la poesía es esencialmente imagen, es decir, tratar de pintar el mundo pero con palabras y para eso recordamos en una prosa poética que tiene alejandra pizarnik en el poema y el poeta en la que cita un proverbio chino que dice: “una pintura es un poema callado y un poema es una pintura dotada de voz

Zambrano, María. Las palabras del regreso. Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S.A.), 2009. Madrid. p. 212-214.

“Poeta, creador en el grado más alto, es sólo aquel que ha logrado tener un mundo propio y real. Personajes, acontecimientos y hasta paisajes y una cierta atmósfera que encontramos en la vida real y que sin la sombra esclarecedora de su “autor” pasarían ante nuestra mirada sin dejar huella o dejando tan sólo una equívoca impresión de algo incomprendido, como pasan tantos gestos y tantos rostros que todavía no han encontrado a su autor, alguien que los lleve a la existencia completa. Pues al que vive no le basta con estar ahí, con vivir, sino que necesita, para ser real enteramente, lo que se llama “existir”, destacarse del resto con caracteres propios, mostrar claramente su esencia, definirse en plenitud…

…y ¿cómo conocer lo que nos rodea, la vida cotidiana que pasa tangente a nuestro lado o que penetra en la nuestra, con sólo nuestros menguados medios imaginativos? “Se miente más de la cuenta por falta de fantasía / también la verdad se inventa”, decía el poeta Antonio Machado.

Los grandes inventores de la verdad de la vida son los poetas que tienen categoría de autores…

…en vez de tropezarnos con el autor entramos en su mundo como una realidad viviente más clara que la que nos rodea.

Otra característica de estas obras verdaderamente clásicas es que por grande que sea la familiaridad que con ellas tengamos, llegando hasta el conocimiento analítico que parezca haberlas agotado, siempre subsiste en ellas un fondo de misterio. Los personajes, por definidos que estén, no son nunca esquemáticos, nunca son conceptos fijos; parece que cambien y fluyan, que en ellos se dé el misterio de la respiración, símbolo de lo viviente…

Tienen la virtud estos autores de dejar intacto el misterio de sus criaturas y hacerlas al propio tiempo universales. Cifras de la vida más entrañable y asequible a los hombres todos, supervivientes a través de todas las épocas. No se entra a formar parte de esa categoría por mayores méritos literarios; no se trata de ser un escritor afortunado, sino de ser o no ser.”

Cavallé, Mónica. La sabiduría de la no-dualidad. Editorial Kairós, S.A. 2008. Barcelona, España. p. 319-331

“La palabra verdadera, la palabra que des-vela, no es la palabra escamoteada sino la palabra “alumbrada” (con todo lo que este dar a luz implica de riesgo, de auto-transformación y de preparación paciente). No es la palabra que opera con lo que hay, sino la que enriquece lo que hay y lo que es, porque es parte del mismo movimiento de lo que es. No es la palabra instrumento del sujeto, sino la palabra que es una con el ser del hombre; que, por lo mismo, éste no puede manejar como lo enfrentado a sí, y que, por ello, le exige una ascesis silenciadora de su afán de seguridad: de su afán de vivenciarse como sujeto que relega a objeto todo lo que es.

Heidegger considera que la palabra que prototípicamente se sabe palabra de este Decir originario, y le da voz, es la palabra poética (Dich-tung). Más aún, toda palabra originaria es ya palabra poética. Como veremos, y como se deduce de lo dicho, cuando Heidegger habla de “poesía” (Dichtung), no alude a una modalidad del lenguaje entre otras, a la poesía en el sentido restringido del término (Poesie), sino a la poesía en intimidad y unidad esencial con el habla y la palabra, así como con la esencia de éstas, que es la instauración de la verdad.
La esencia de la poesía

… El poema no significa algo diverso al poema en sí; por el contrario, lo que se quiere decir es exactamente lo que se dice (en todo buen poema, lo que se dice no puede ser dicho de otra manera). El poema no significa realidades objetivas anteriores e independientes al poema en sí, sino que encarna mundos, ámbitos autónomos de sentido. No informa, sino que con-forma o pifaniza. No halba de la vida; es parte del movimiento de la vida…

… el lenguaje sólo es poesía… cuando es innovación ontológica, cuando funda y abre un mundo.

… ‘Mas lo permanente lo instauran los poetas’ (Holderlin)… Esta instauración es siempre una libre donación, puesto que lo instaurado no se ‘calcula’ ni deriva de nada existente.

… la verdad del Ser es aconteciente,…

… El poeta Recuerda el corazón (Gedanke) de lo real,…

… Todo arte es poesía.

… La gratitud supone la conciencia de que todo es don, y el pensar y el poetizar encauzan un don: el donarse de la realidad misma en el ser humano mediante él.

… siempre oculto, paradójicamente, por su excesiva luminosidad.

… ¿Para qué ser poeta en tiempos de penuria? … La misión del poeta en tiempos de penuria es, precisamente, la de realizar esta toma de conciencia: la de bajar al fondo del Abismo para vivir la ausencia como ausencia, la de sumergirse en el centro de la noche oscura…

…El poeta reconoce la carencia. Es quien entre los mortales percibe agudizada su mirada por el ejercicio del silencio y de la escucha la huella de los dioses idos (huella o ámbito de los dioses en que consiste lo sagrado y que es más originario que los dioses, pues los determinaba como tales). Sabe que no se trata de abandonar un dios para buscar el amparo de otro; sabe que ha de permanecer en el vacío que los dioses han dejado. Pero la paradoja radica en que esta reconciliación con el vacío posibilita el renacer inusitado de la divinidad.

… el poeta no canta al dios para que éste no devenga de nuevo Ente supremo; canta al Vacío que lo sostiene, canta a lo Sagrado; o, más bien, da voz al Vacío que el mismo poeta anonadado es…

… Comienza lo únicamente serio, lo único que es en sí y para sí: el juego, la celebración.